SOBRE LOS SUEÑOS


Por mucho tiempo me preocuparon mis sueños. Algunos me causaban temor porque creía que me presagiaban algo malo. Otros, me recordaban a personas ya fallecidas y eso me daba miedo.
Al pasar los años intenté comprender y racionalizar mis sueños. Por recomendación de una terapeuta empecé a anotarlos, con este ejercicio descubrí que tenía sueños fantásticos y que al relatarlos parecían un cuento.
En mi afán de interpretar mis sueños recurrí a sitios de internet esótericos y del new age, ajenos a mi fé. Eso me confundió mucho, pues a veces me sentía una vidente y  una gurú del análisis onírico, hasta me atrevía a interpretar los sueños ajenos. En mi casa se hizo costumbre, en el desayuno, contarnos nuestros sueños, y por supuesto, yo hacía la interpretación.
Luego de una crisis profunda existencial, recurrí a terapia con psicoanálisis y en ese espacio comprendí, que los sueños nacen por experiencias o pensamientos que guardamos en nuestro inconsciente o subconsciente y que la interpretación depende de nosotros mismos y lo que creemos que significan.
Tratando de entender mis sueños, busqué algún lugar que me diga que no estaba yendo contra mi fe el hacerlo. Los sacerdotes me aconsejaron, igual que mi psicoanalista que no les dé mayor importancia, sólo la necesaria para comprender lo que me preocupa y que mi inconsciente me revela. Sin embargo, entré a google y encontré un sitio que me dio una buena respuesta, al menos para mi:
Creemos firmemente que los sueños de una persona y el significado de esos sueños es algo entre ellos y Dios solamente. ¿Aún habla Dios a través de los sueños? A través de las Escrituras vemos que Dios ha hablado a la gente muchas veces mediante sueños. Como ejemplos tenemos a José el hijo de Jacob (Génesis 37:5-10), José el esposo de María (Mateo 2:12-22), Salomón (1 Reyes 3:5-15), y muchos otros (Daniel 2:1;7:1;Mateo 27:19). Hay también una profecía del profeta Joel (Joel 2:28), citada por el apóstol Pedro enHechos 2:17, que menciona a Dios usando los sueños. Así que la simple respuesta es si, Dios puede y habla a través de los sueños.

Sin embargo, hay una diferencia en cómo aplicamos esa verdad en la actualidad. Una cosa que debemos tener en mente es que la Biblia está completa, habiendo cubierto todo lo que necesitamos saber de ahora hasta la eternidad. Esto no quiere decir que Dios ya no hace milagros o aún habla a través de los sueños hoy en día. La diferencia es que Dios ya ha revelado el camino que ÉL eligió para tratar con el hombre desde ahora hasta la eternidad, - en la Biblia. Cualquier cosa que Dios dice, ya sea en un sueño, visión, “aún una pequeña voz”, etc., tendrá que estar en completo acuerdo con lo que Dios ya ha revelado en Su Palabra. Los sueños no pueden ponerse en un lugar de autoridad sobre las Escrituras. Nuevamente, SI Dios fuera a hablarle a una persona en un sueño, Su mensaje estaría en perfecto acuerdo con Su Palabra. De acuerdo a nuestra creencia en la inspiración, autoridad y suficiencia de la Escritura, encontramos muy difícil que Dios hable regularmente a través de los sueños en la actualidad. Al mismo tiempo, no podemos aceptar negativamente esta posibilidad basada en la Escritura.

Si tienes un sueño y sientes que tal vez Dios te lo dio, examina con mucha devoción la Palabra de Dios y asegúrate que tu sueño esté en total acuerdo con la Escritura. Si es así, devotamente considera lo que Dios quiere que hagas en respuesta a tu sueño (Santiago 1:5). En la Escritura, siempre que alguien experimenta un sueño de Dios, Dios siempre aclara el significado del sueño, ya sea directamente a la persona, a través de un ángel, o a través de un mensajero (Génesis 40:5-11;Daniel 2:45;4:19). Cuando Dios nos habla, ÉL se asegura que Su mensaje sea claramente entendido.


Leer más:http://www.gotquestions.org/Espanol/interpretacion-cristiana-suenos.html#ixzz35QGBAaYl


Anoche soñé con un elefante grande que salía del centro de la tierra y que atravesaba una playa de arena blanca. A su paso calmó una tempestad, que había nacido en el fondo del mar. La presencia de este bello animal me dio cierta tranquilidad a mi ser que estaba aterrorizada por la tormenta que acababa de vivir. Desperté sintiendo mucho miedo pero recordé una frase bíblica que me confortó: Amparo de mi vida es el Señor, ¿ante quién temblaré? (Salmo 27,1). Y más aún cuando fui a misa el sermón del sacerdote hizo hincapié en que Jesús nos dice: “No tengan miedo”, haciendo referencia al evangelio  de  Mateo 10, 26-33:


«No les tengáis miedo. Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse. Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo vosotros a la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde los terrados. «Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. ¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos. «Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos. 

Salí de misa sintiéndome muy bendecida. Pues para mí fue la respuesta de Dios a mis temores. Él es mi amparo, es mi fortaleza, es la vara y el bastón de mi vida. Y hoy sólo quiero pedirle  a mi Señor, que no permita que tenga miedo ni me desconcierten las tentaciones que me presenta el mundo. 

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