La mujer rota

Interesante comentario sobre el libro de Simone Beauvoir que hace Carmen Gomez en su blog.
Tanto este análisis como la obra objeto del mismo me hicieron reflexionar que hay muchas mujeres que aún piensan y actúan como se las describe en el libro. Pero tal vez, gracias a tantas otras, unas feministas y otras no tanto, la mujer (su actitud y su realidad) ha cambiado. Hemos entrado al siglo XXI con la autoestima alta, con derechos adquiridos y conscientes de que aún hay espacios y luchas pendientes. Aún falta mucho por trabajar en nosotras mismas para valorarnos y amarnos. Y sobre todo para defender y vivir según los principios y valores que decidamos hacer nuestros.
Vale la pena leer el comentario y también el libro.

La mujer rota – Simone de Beauvoir
Ser mujer no era eso que querían contarme… Tres narraciones que, aunque independientes entre sí, comparten varias cosas: la protagonista es siempre una mujer que, en diferentes momentos de la vida, se encuentran en un callejón sin salida, envueltas siempre en los reproches por las decisiones tomadas, la desolación, la angustia, los cuestionamientos y, sobre todo, la abrumadora sensación de la rapidez con que pasó la vida, sin vivirla.
 En los tres relatos, LA EDAD DE LA DISCRECIÓN, MONÓLOGO Y LA MUJER ROTA, las vidas de estas mujeres se debaten entre la edad, la soledad y la agonía del amor, como representación de los fracasos que el destino nos depara. . “Me siento solidaria de las mujeres que han asumido su vida y que luchan por lograr sus objetivos; pero eso no me impide –al contrario- interesarme por aquellas que, de un modo u otro, han fracasado, y por esa parte de fracaso que hay en toda existencia”, dice al respecto la autora.
 Tres mujeres víctimas de las relaciones con sus parejas, pero unas víctimas que no siempre son conscientes de su condición de tales o que se descubren como tales de un modo inesperado. El amor las conduce a una actitud abnegada que desemboca tarde o temprano en la insatisfacción y en el aislamiento. El tercer relato, La mujer rota, es la historia de una mujer destrozada frente a la infidelidad de su marido. Al perder su amor y verlo alejarse sin remedio, se da cuenta del error cometido al construir su vida basada exclusivamente en la dependencia conyugal, perdiéndose a sí misma por el camino. La protagonista se encuentra en la mitad de su vida. Sus hijas han crecido y formado su propio camino cuando ella descubre la rapidez con la que han pasado los años. Parece no estar arrepentida de nada, en especial porque ama a su marido y cree que toda su vida ha valido la pena por estar cerca de él. A pesar de haber vivido una cotidianeidad aburrida, sin conversaciones, sin emociones, sin encuentros, la ruptura de su matrimonio la convierte en una mujer en una situación complicada, asustada por la soledad que le espera y empieza a replantearse las decisiones que tomó. Si su único interés y dedicación habían sido sus hijas y su marido, ¿qué le quedaba cuándo ya ninguna de esas cosas estaba? 
Volver a leer este relato por segunda vez después de muchos años de la primera lectura, me ha dado una nueva visión de todo lo que nos han engañado haciéndonos creer el mito del amor romántico como único y mejor objetivo en la vida de una mujer. De este mito, entre otros, se ha valido la sociedad androcéntrica para mantenernos alejadas a las mujeres de la esfera pública, de la vida que los hombres han venido disfrutando mientras una mujer cuidaba a su familia y a él mismo. Pero, la dependencia que se generaba día a día en la vida de esas mujeres nunca les ha dado alegría, sino más bien lo contrario. En palabras de su autora, “La mujer rota es la víctima estupefacta de la vida que ella misma se eligió: una dependencia conyugal que la deja despojada de todo y de su ser mismo cuando el amor le es rehusado”. Haber dedicado su vida al marido y haber olvidado lo importante que era su propia vida, vivir exclusivamente para hacer feliz a otra persona, nos hace perder la identidad y el interés por nosotras mismas, lo que es un error de consecuencias muy negativas que un número muy importante de mujeres experimentan en la mitad de sus vidas. La sociedad patriarcal nos enseña a las mujeres, nos enseñaba en el pasado y vuelve a hacerlo en el presente, que debemos amar hasta las últimas consecuencias, incluso hasta el sufrimiento y la culpabilización. Con esta base, el relato identifica el sentimiento de la mayoría de las mujeres ante una infidelidad de su pareja: qué he hecho mal o qué no hice para que esto ocurriera, siempre en contra de nuestra autoestima. Dice el patriarcado que no hemos sabido amar. Pero, vivir en función de otra persona, permitir que nuestra felicidad dependa de sus estados de ánimo, de sus necesidades o sus deseos, no es amor sino dependencia. Es un libro escrito en la época en que el éxito o fracaso en la vida de una mujer se medía en los términos de éxito o fracaso de su pareja y que, a pesar del tiempo transcurrido, refleja muy bien la situación de muchas mujeres en la actualidad, que en muchos aspectos ha variado muy poco. Tenemos que permanecer alertas a los roles que para cada sexo sigue transmitiendo la sociedad patriarcal, y que en el caso de las mujeres es la dedicación a la vida emocional, al cuidado de las otras personas, aun a riesgo de sacrificar nuestra independencia, nuestra libertad e incluso nuestra dignidad, por algo que nos hará sufrir al pasar de amor a dependencia. !Atención a las ideas que empiezan a aparecer en las jóvenes, a la espera de su príncipe azul! El Feminismo sigue siendo necesario.
La autora, una de las más importantes feministas del siglo XX, inicia la apertura y la inclusión del ser mujer en un mundo cerrado a lo masculino. Sus narraciones se caracterizan por ser profundamente reflexivas, por indagar en cuestionamientos del ser –por lo general, mujeres- y por girar en torno de problemáticas propias de la vida interior.

Fuente: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/beauvoir.htm

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