Cuerpo, alma y espíritu
Cuántas veces te busqué Dios mío.Cuántas veces te encontré. Y mi espíritu se elevaba con sólo nombrarte o pensarte. La oración más sencilla me hacía sentir tu amorosa presencia. Pero mi cuerpo erraba los caminos, una y otra vez cometí los mismos errores. Y mi alma sufría, sufría un espantoso tormento. Entonces no comprendía que somos cuerpo, alma y espíritu. Tu espíritu está en mí, eres mi creador, de Tí vengo, a Ti voy. Pero mi cuerpo mancillé muchas veces dejandome confundir con mi alma atormentada. Ahora sé qué debo sanar mis heridas, perdonar las ofensas, cometidas y recibidas Necesito liberar mi alma para solazar mi espíritu en calma.