Para elegir terapeuta

A veces recurrimos a profesionales sin reflexionar. Y es necesario para elegir bien hacer antes una evaluación de las opciones que tenemos. Encontré estos tips que valen la pena considerar:

Es bueno tener claro si para nosotros es importante:
* Afinidad espiritual
* Género del terapeuta
* Intereses afines
* Formación del profesional
* Contacto cara a cara satisfactorio

Lo que sí tenemos que saber:

1. ¿Realmente es psicólogo?: Puede parecer estúpido plantearlo, pero no todo el mundo que abre una consulta tiene un título oficial de psicología. Un profesional colegiado garantiza que tiene la titulación necesaria y que se acoge al Código Deontológico del psicólogo (un conjunto de normas de ética profesional. La más conocida es la del llamado “secreto profesional” pero hay muchas más. 
2. No sólo es necesario ser psicólogo para abrir una consulta: Una vez que has comprobado el número de colegiado, toca saber si tiene formación específica para ayudarnos con nuestro problema. En psicología hay varias especialidades. Tener ese título a la vista garantiza que la persona ha recibido formación clínica. 
3. Infórmate bien sobre el tipo de terapia que realiza: Comprobar que la persona que te atiende tiene la titulación necesaria para abrir una consulta o gabinete de psicología es lo mínimo para no ser víctima de un fraude. El siguiente paso es saber qué tipo de terapia realiza. No todas las terapias han demostrado ser efectivas,  
4. Comprueba si en las primeras sesiones hay una evaluación, un diagnóstico y una propuesta tratamiento: Las terapias con evidencia científica comienzan con una evaluación del problema. Esta evaluación no debería llevar más de tres sesiones salvo excepciones (jamás debe superar las 5 sesiones, y eso debe estar absolutamente justificado. Pide explicaciones). Una vez realizada la evaluación, el psicólogo debe darte un diagnóstico del problema, que no necesariamente será el nombre de un trastorno (un trastorno es un conjunto de síntomas. Cuando una persona tiene todos esos síntomas le damos tal nombre, pero eso no nos da información de las causas que provocaron el problema y los factores que hacen que se mantenga a día de hoy. Por esta razón, muchas veces más que un nombre, el psicólogo te dará un diagnóstico del problema que llamamos “funcional”). Una vez tiene el diagnóstico, vendrá la propuesta de tratamiento. Tienes derecho de saber qué tipo de terapia va a utilizar e incluso a pedirle otras opciones de tratamiento. Asegúrate de que tiene formación en esas opciones (un psicólogo con un Máster en Psicoanálisis probablemente no tendrá la formación ni la experiencia para hacer Terapia de Aceptación y Compromiso, por ejemplo). Si no se cumple este procedimiento, pide explicaciones.
 5. Número, duración y frecuencia de las sesiones. Pregunta cuántas sesiones serán necesarias aproximadamente. Normalmente, el número de sesiones necesarias para un tratamiento no superará las 20. Si es así, debe estar absolutamente justificado. Pide explicaciones. La duración media de una sesión es de 55 – 60 minutos. Hay terapias que hacen sesiones de 90 minutos. El tiempo de duración de una sesión no es un factor importante en la eficacia del tratamiento, pero en menos de 45 minutos es difícil realizar una terapia en condiciones. En la mayoría de los casos, las sesiones tendrán unafrecuencia semanal. En casos excepcionales, y sólo durante las primeras sesiones, se podrá plantear una frecuencia de dos sesiones semanales. Si es así, pide explicaciones. Nos hemos encontrado profesionales que plantean más de dos sesiones por semana. Debes saber que los tratamientos con apoyo empírico no plantean en ningún caso más de dos sesiones semanales, así que si quieres pagarlas es tu decisión, pero eso no implica que el gasto extra se relacione con más eficacia o con resolver antes el problema. 
6. Qué NO es un tratamiento psicológico.  Los tratamientos psicológicos no consisten simplemente en hablar sobre lo que a uno le ocurre. Consiste en que el psicólogo explique cómo surgen las emociones, los pensamientos y los comportamientos desagradables y cómo afrontarlos y desarrollar una serie de técnicas para ello. Un dato importante: la mayoría de las personas se sienten mejor durante las primeras sesiones simplemente por hablar de su problema. No debes confundir ese alivio inicial con eficacia, ya que se disipará pronto. Es más, ir a consulta no siempre implica salir aliviado. A veces hay que enfrentarse a problemas duros para superarlos. Si tienes dudas sobre el proceso, pregunta siempre al psicólogo por qué hace lo que hace. Todo lo que un profesional hace en consulta debe estar justificado por la evidencia científica.
 7. Tareas para realizar entre sesiones. La mayoría de las terapias eficaces proponen tareas para realizar entre sesión y sesión. Lo habitual será que te lleves indicaciones sobre cosas que debes hacer o algún registro o cuestionario que rellenar. Este es un buen indicador para diferenciar una terapia eficaz de una que no lo es. Si tienes dudas, pregunta.
 8. Cómo es la relación psicólogo – paciente: Es lo que llamamos la relación terapéutica. La relación terapéutica no es una amistad, es una relación entre un profesional y una persona que busca ayuda, así que desconfía de los psicólogos que generan dependencia en sus pacientes. Obvia decir que las relaciones sentimentales entre un profesional y un paciente están completamente prohibidas. Es importante que te sientas a gusto con tu psicólogo y que confíes en él. A veces, por muchas razones que no necesariamente tienen que ver con “lo bueno o malo” que es el profesional o la terapia que realiza, uno no se siente a gusto con ese profesional. Si ese es el caso, busca a otro. No tengas problema en cambiar de psicólogo, es algo más habitual de lo que piensas, pero asegúrate de que cumple los requisitos planteados más arriba.
 9. Tienes derecho a tener respuestas: pregunta, pregunta, pregunta. Tú has elegido libremente ir a un profesional y tienes el mismo derecho a dejar de ir. También tienes el derecho a tener a tu disposición toda la información sobre el profesional, la terapia y los procedimientos. Pregunta al psicólogo todo lo que necesites saber. Si tienes dudas, ponte en contacto con el Colegio Oficial de Psicología de tu zona. Estarán encantados de asesorarte, ya que esa es su función. Si llamas al Colegio para solicitar un profesional, no está de más que aún así te informes sobre las claves que te he planteado en este artículo.
 10. Ejerce tus derechos. Si consideras que una persona está realizanda publicidad engañosa por no tener un título oficial, tienes el derecho a denunciarle. Si consideras que un profesional de la psicología ofrece terapias engañosas, tienes el derecho a denunciarle. Si consideras que la forma de trabajar de un psicólogo no es correcta por alguna razón (la mayoría están recogidas en el Código Dentológico), tienes el derecho a denunciarle.
Para leer más sobre esto, les paso los link:
http://www.eparquiodelgado.com/index.php/10-claves-basicas-para-elegir-un-psicologo/
http://entremujeres.clarin.com/vida-sana/psicologia/psicologia-psicologo-terapeuta-como_elegir_un_psicologo-columnista_0_1334273564.html




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