¿Por qué postergo las cosas?

No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.

El dicho que debería tener tatuado en mi mente para aprovechar minuto a minuto el día y hacer todas las tareas que me propongo.

Será dificil conseguir los objetivos que me propongo, alcanzar metas que aspiro, si tengo el mal hábito de postergar los cometidos planeados.

Postergar supone un engaño a nosotros mismos que puede convertirse en una agresión, ya que llevamos a cabo medidas para alcanzar aquellas cosas que tanto deseamos y con las que habíamos estado soñando. Todo ello, puede dar lugar a la pérdida de la propia confianza y poner en dudas las propias capacidades.

Pretendo ¿agredirme? ¿Intento perder la confianza en mí misma, dudo de mí misma? Acaso busco sentir culpa, angustia, frustración incluso depresión.¿Cómo acabar con esto?

Veamos donde pueden nacer las causas de la postergación.

Algunas de las cosas que nos llevan a postergar son las siguientes:
  • Perfeccionismo: el pensamiento “debemos intentar hacer siempre las cosas de manera perfecta” hace que intentemos alcanzar las estrellas para acabar agarrando aire. Unas aspiraciones demasiado elevadas pueden elevar también tu nivel de estrés bloqueándote.
  • Falta de recompensas: la mayor fuerza motivadora que podemos tener como ser humano es la sensación de entusiasmo y satisfacción en lo que hacemos. Si te sientes recompensado por tu esfuerzo, esto te motivará a intensificar más tu trabajo. Por el contrario, si nada de lo que haces te parece suficiente tu vida se convertirá en una rutina agotadora.
  • Afirmaciones hipotéticas tipo “debería”: este tipo de afirmaciones suelen hacerte sentir culpable haciendo que abandones la tarea.
  • Falta de asertividad: las personas que postergan temen expresar sus sentimientos negativos de forma clara y directa, evitando así conflictos y negando su enfado por pensar que no está bien sentir rabia.
  • Sensibilidad coercitiva: la persona que posterga piensa que la gente actúa de forma autoritaria y le exige cosas poco razonables. De esta forma, se muestra obstinado y rehúsa aquello que le piden como un modo de rebelión. La tendencia a postergar puede ser una forma indirecta de expresar su enfado con la persona que le está fastidiando.
  • Falta de deseo: s veces se aplazan las decisiones porque simplemente no desea hacer aquello que aplaza pero no eres consciente de ello. Lo único que saben es que existe una tarea que sienten, vagamente, que deben realizar, pero que les resulta tremendamente incómoda de afrontar y así acabar decidiendo hacer cualquier otra cosa.

¿Cuál es mi caso? ¿Qué tipo de postergador soy?

  • Tienen un modelo de cómo lograr el éxito poco realista.
  • Piensan que deben estar siempre seguras de sí mismas y alcanzar sus objetivos con facilidad sin tener que soportar frustración alguna.
  • Tienen dudas acerca de sí mismas o fracasos.
  • Piensan que la vida debería ser fácil y que las demás personas no tienen que luchar.
  • Abandonan cuando las cosas se ponen difíciles.
  • Su baja tolerancia a la frustración hace que cualquier decepción se les haga insufrible.
  • Presentan un elevado miedo al fracaso, por lo que para ellos el riesgo es excesivamente importante. Por eso, antes de correr el riesgo de fracasar, no hacen absolutamente nada.
  • Suelen basar su autoestima en sus logros.

Hacé conmigo este test y encontrá una solución para no postergar más lo que tanto querés hacer.


Test de procrastinación

¿Eres un procrastinador?, ¿una de esas personas que siempre encuentra una excusa para dejar todo para más tarde, para postergar sus tareas del día a día, tanto las importantes como las más banales? Descúbrelo con este test de procrastinación (haz click aquí si quieres hacer el test interactivo). Al final de las preguntas encontrarás las puntuaciones otorgadas para cada respuesta y los resultados correspondientes al número de puntos totales que sumes con tus contestaciones:
  1. Cuando tengo una tarea pendiente que no despierta demasiado mi interés… 
    1. ¡A por ella! Así me la quito de encima lo antes posible.
    2. Frecuentemente no la resuelvo pues dejo pasar los días sin hacer nada.
    3. Dejo pasar más tiempo del que quisiera para ponerme con ella.
  2. Habitualmente cuando tengo asuntos engorrosos que resolver… 
    1. Me los acaban resolviendo terceras personas.
    2. Los hago frente en primera persona.
    3. Me hago el remolón por si alguien me los resuelve y si eso no ocurre los resuelvo yo.
  3. Cuando veo e-mails pendientes en la bandeja de entrada de mi correo…
    1. Ahí se quedan hasta que encuentre el momento de atenderlos.
    2. Reconozco que están ahí más tiempo del que me gustaría.
    3. Me “pican” por lo que me los quito de encima lo antes posible.
  4. Debo dar una respuesta que sé que no va a gustar, por lo que me resulta incómodo hacerlo…
    1. Cuánto antes lo haga antes me quito “el marrón de encima”.
    2. A veces, tengo problemas por no haber dado dicha respuesta.
    3. Dejo pasar algunos días hasta que al final me decido.
  5. Tenía pensado enviar una carta…
    1. …y la envié en el día que me propuse.
    2. …pero al final no la envié, ya que no tenía sentido después de tanto tiempo como ha pasado.
    3. …y la envié en la semana que me la propuse.
  6. Cuando quiero quedar con alguien que hace tiempo que no veo…
    1. Quedo bastante después de lo previsto.
    2. Fijo el día lo antes posible.
    3. No encuentro el momento por lo que mis llamadas siempre acaban con el “esta vez tenemos que vernos pronto”.
  7. Habitualmente, cuando alguien tiene que realizar un trabajo conmigo…
    1. Se queja de que le entorpezco pues dejo pasar mucho tiempo hasta hacer mi parte.
    2. Me tienen que dar algún toque que otro para que haga mi parte.
    3. Cumplo mis plazos respecto a la realización de las tareas que me corresponden.
  8. Si una tarea me causa mucha ansiedad por el miedo de hacerlo mal…
    1. Me pongo con ello teniendo en cuenta una fecha de finalización.
    2. Lo acabo un poco pasado de plazo, ya que le doy demasiadas vueltas para hacerlo bien.
    3. Tengo problemas por finalizarlo tan tarde, ya que ¡nunca está lo suficientemente perfecto!.
  9. Mis problemas…
    1. Me cuesta afrontarlos personalmente, pero al final me pongo con ellos.
    2. Son asunto mío y soy yo quien debe tomar cartas en el asunto.
    3. Se hacen más grandes porque no tomo cartas en el asunto.
  10. Tengo que pedir cita en el médico para una revisión…
    1. A veces lo hago hasta dos meses más tarde.
    2. Lo hago a lo largo de ese mes.
    3. Intento hacerlo en esta semana.
  11. Cuando debo comprar un regalo…
    1. Me pilla el toro y en más de una ocasión lo he hecho el día antes o incluso en el mismo día.
    2. Lo hago con tiempo suficiente, hasta un mes antes.
    3. Lo hago una semana antes más o menos/li>
  12. Quiero aprender un idioma / u otra actividad…
    1. Llevo esperando un año o más para ello.
    2. Este mes me apunto como sea.
    3. Llevo esperando seis meses o más para ello.

Claves y resultados del test de procastinación

Suma todas las puntuaciones obtenidas en el test anterior y consulta la interpretación asociada a tu resultado para comprobar qué capacidad de procrastinación tienes y si resulta un problema en tu día a día:
  1. a= 0  b=2  c=1
  2. a= 2  b=0  c=1
  3. a= 0  b=1  c=2
  4. a= 0  b=2  c=1
  5. a= 0  b=2  c=1
  6. a= 0  b=1  c=2
  1. a= 2  b=1  c=0
  2. a= 0  b=1  c=2
  3. a= 1  b=0  c=2
  4. a= 2  b=1  c=0
  5. a= 0  b=2  c=1
  6. a= 2  b=0  c=1

Resultados del test de procrastinación

0-8 puntos - ¡Cuanto antes mejor!

Tu forma de afrontar los problemas es buena, ya que tomas cartas en el asunto cuánto antes. Este hecho puede ahorrarte muchas molestias. Sin embargo, ten cuidado; no conviertas esta actitud positiva en un error haciéndolos demasiado rápido o angustiándote por ser muy perfeccionista. Sin necesidad de postergar, recuerda también que algunas cosas llevan su tiempo.

8-16 puntos - Ahora voy… espera un poquito más

No queremos agobiarte, pero recuerda que si tú no tomas cartas en el asunto, las cosas que dependan de ti no se van a resolver solas. Sin caer en la angustia, intenta organizarte no dejando pasar demasiado tiempo en resolver los asuntos pendientes. Ponerte unos días límite te ayudará a conseguirlo.

16-24 puntos - Hoy no es el día, ni mañana ni al otro

¿A estas alturas no te has dado cuenta de que “las ganas no vienen solas”? Si tú no te pones en marcha nunca sentirás que es el momento de hacerlo. Empieza a hacer las cosas pendientes, el hecho de hacerlo te reforzará a seguir haciéndolo. De lo contrario, tus problemas no serán los problemas en sí, sino el hecho de no haberte puesto con ellos. .


FUENTE: http://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/test-de-psicologia/test-de-procastinacion-6061

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Sáname Señor" - Ricky Penman Schmidt

¡Viva Santa Cruz!

Y al final me llamaron Patricia

LAUDATO SII, MI SIGNORE

Para elegir terapeuta