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Mostrando entradas de junio, 2014

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confio

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 Promesas que hizo Jesús a  Santa Margarita de Alacoque: , y por medio de ella a todos los devotos de su Sagrado Corazón: 1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado. 2. Pondré paz en sus familias. 9. Les consolaré en sus penas. 4. Seré su refugio seguro durante la vida, y, sobre to do, en la hora de la muerte. 5. Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas. 6. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada. 7. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente, el Océano infinito de la misericordia. 8. Las almas tibias se volverán fervorosas. 9. Las almas fervorosas se elevarán a gran perfección. 10. Daré a los sacerdotes el talento de mover los corazones más empedernidos. 11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón, y jamás será borrado de El. 12. Les prometo en el exceso de mi misericordia, que mi amor todopoderoso concederá a todos aquellos que comulgaren por nueve primeros viernes consecuti

JESÚS EN VOS CONFÍO

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Dice el Señor: “Mi Misericordia es mayor que tu miseria y la del mundo entero. ¿Quién midió mi bondad? Por ti descendí del cielo a la tierra, por ti permití me clavaran en la cruz, por ti permití abrir con la lanza mi Corazón y te abrí la fuente de la Misericordia”   “YO SOY EL AMOR Y LA MISERICORDIA MISMA” "Oh, Sangre y Agua que brotaron del Corazón de Jesús como un manantial de Misericordia, en ti confío" Es hermosa esta promesa que da paz y alegría: Por el Amor y Misericordia Divina podemos gozar de Dios en nuestro corazón y en nuestra vida. Eso significa que tenemos que ser perseverantes en la oración, y por muchas veces que equivoquemos el camino, por más que caigamos en tentación, por más que los pensamientos, las emociones y las reacciones nos hagan una mala jugada, no debemos dejar de orar y pedir que por el Amor y la Misericordia de Cristo podamos alcanzar la paz y la felicidad que tanto deseamos. Hoy, 15 de abril de 2012, día de la Fiesta de la Divina

Neil Velez Como Alcansar La Gloria De Dios: Visitando Shafte

Un hermoso testimonio de fe para alcanzar y gozar de la Gloria de Dios.

Por el Abandono a la Paz del Padre Ignacio Larrañaga

Algunas de las ideas de esta hermosa reflexión: Un abandono activo. Un morir a lo destructivo, a los resentimientos, a la vergüenza, a la lástima. Hay que decir no a todo brote negativo y agresivo del corazón. Descansar es paz. De nosotros depende acoger las cosas como amigas o como enemigas. Nos reconciliamos con todo lo que nos acontece. Cuando lo logramos encontramos la paz. Cuando dejamos lo que nosotros no podemos solucionar en la manos de Dios, encontramos paz.

Del abandono a la paz

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Entre sueños que intentan quitarme la paz y  la tristeza que sin saber por qué aparece nuevamente, camino en la confianza que pronto encontraré una explicación... sí, hoy digo como Condorito: ¡exijo una explicación! Sin embargo no desespero, me mantengo en calma, porque aprendí a dejar todo en manos de mi Señor. En Él me abandono, a Él le entrego mis pensamientos, mi mente, inconsciente y subconciente. Recordé las enseñanzas de padre Ignacio Larrañaga, en su libro Del abandono a la paz. Abandono no es desánimo o resignación. El padre Larrañaga nos enseña que debemos luchar por todo aquello que tiene solución. Pero sino encontramos ninguna debemos abandonarnos en Dios. Esto es dejar las cosas que no se consiguen en las manos de Dios, silenciando nuestra mente y dejando que entre la paz en el corazón, al decir: "Hagase tu voluntad". Esto no significa creer que Dios nos manda enfermedades y desgracias para castigarnos y que nuestro sufrimiento sea su voluntad. Como lo explica

SOBRE LOS SUEÑOS

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Por mucho tiempo me preocuparon mis sueños. Algunos me causaban temor porque creía que me presagiaban algo malo. Otros, me recordaban a personas ya fallecidas y eso me daba miedo. Al pasar los años intenté comprender y racionalizar mis sueños. Por recomendación de una terapeuta empecé a anotarlos, con este ejercicio descubrí que tenía sueños fantásticos y que al relatarlos parecían un cuento. En mi afán de interpretar mis sueños recurrí a sitios de internet esótericos y del new age, ajenos a mi fé. Eso me confundió mucho, pues a veces me sentía una vidente y  una gurú del análisis onírico, hasta me atrevía a interpretar los sueños ajenos. En mi casa se hizo costumbre, en el desayuno, contarnos nuestros sueños, y por supuesto, yo hacía la interpretación. Luego de una crisis profunda existencial, recurrí a terapia con psicoanálisis y en ese espacio comprendí, que los sueños nacen por experiencias o pensamientos que guardamos en nuestro inconsciente o subconsciente y que la inte

De los cuentos de Isabel

En la zanja Caí en un zanja llena de lodo. Primero pensé que saldría de ella fácilmente. Intenté salir y resbalaba, mientras más lo pretendía más caía, fui perdiendo la fuerzas y las esperanzas de salir de allí. Me sentí débil y decepcionada. Apenas hacía gestos y yo creía que seguía en el afán de salvarme. Apenas escuchaba el latir de mi corazón que me motivaba a seguir probando, apenas escuchaba mis pensamientos que me decían que no pierda la esperanza. Allí me quedé, sabe Dios hasta cuándo seguiré allí.

De los cuentos de Isabel

En peligro Estaba en lo alto de una montaña, frente a un río caudaloso de aguas transparentes, de corrientes rápidas y grandes piedras. Corría peligro, debía saltar... Me sentí fascinada por el río, se veía hermoso, poderoso y ... peligroso. No tuve alternativa, alguien me seguía... salté. La corriente me llevó rápidamente sin hacerme daño. De pronto escuché un ruido ensordecedor: una cascada, busqué donde agarrarme... unas plantas a la orilla del río me ayudaron, me sostuvieron. Sabía que no podía aguantar mucho tiempo, debía tomar una decisión. Decidí arriesgarme, nadé con todas mis fuerzas atravesando en contra la corriente el río y llegué a la otra orilla. Pensé que podía subir aquella montaña pero cuando empecé a escalar me dí cuenta que su pendiente era muy vertical y podría caer, no tenía de dónde sostenerme. En eso apareció mi prima, Sara, y me dijo en susurro, suavemente “Isabel vení por aquí “ y me mostró una cueva en una saliente de la montaña, yo no veía ningu

De los cuentos de Isabel

En el campo Estaba en una hermosa casa de campo, estilo norteamericano. Delante de la casa había un estanque o laguna, con aguas verdes y transparentes. Yo estaba frente al agua envuelta en una toalla blanca, admiraba el bello paisaje nocturno, la luna llena lo iluminaba todo. A mis espaldas estaba la casa de puertas tipo persianas, todas abiertas. En su interior estaba mi hermano con su familia en una fiesta familiar sencilla y elegante. Toda la casa estaba alumbrada con luces amarillas. Miré hacia la casa, luego me volví hacia el agua, me dije “¡qué más da!”, me saqué la toalla y desnuda me metí al estanque. Apareció mi marido en un tronco o balsa y me dijo que me bañara tranquila, que él se encargaría de espantar las serpientes. Yo veía venir víboras hacía mi y él las apartaba suavemente con un palo inmenso. Me bañé un rato pero luego tuve miedo. Desconfié de mi marido, pensé “¿las estará espantando realmente o las estará atrayendo hacia mí?” Asustada me salí del agua,

Vuestra soy

Oh Dios mío, ¿qué mandáis hacer de mi? Vuestra soy, para vos nací. Así me entrego a Tí, Padre Amado; así espero en Tí, conocer tu Voluntad.

De los cuentos de Isabel

La herencia Estaba en un pueblo en medio de indígenas de la selva amazónica y no sabía como volver a mi ciudad. Estaba parada en un promontorio de tierra y desde allí un indígena me indicaba que siga la calle y que en una casa iba a encontrar al guía que podía llevarme. Entré en una casa de media agua con galerías, con muchos dormitorios en hilera. Encontré al guía y me mostró el camino. Debía cruzar a través de grandes rocas un río hermoso y caudaloso. Preferí cruzarlo a pie porque me dio miedo la canoa que me ofrecieron. La esposa del guía me ayudó. Cuando llegamos a la otra orilla caminamos hacia otro pueblo en el que había sólo dos calles anchas que se atravesaban. Y en el centro había una gran cruz. La esposa del guía me dijo que su marido quería matarme para robarme. Le dije que yo no tenía nada. Me respondió que no tenía en ese momento pero que pronto iba a recibir. Y me mostró la dirección donde estaba mi herencia. La mujer me llevó a una casa tipo choza pero de te

De los cuentos de Isabel

La otra  Ella entró a la casa de sus abuelos, se dirigió al ala oeste y apareció ante ella su marido. -¿Qué haces aquí? – preguntó. -Te estaba esperando- respondió él -¿Aquí? – replicó sorprendida Notó  que estaba nervioso y ella sospechó algo... -¿Qué me estás escondiendo?- inquirió ella, mientras caminaba hacia el lugar de donde él había salido. Entonces la vió. La otra trataba de salir por la puerta de atrás, hacia el tercer patio. -¡Hey! - le gritó. La otra volvió la cabeza... otra vez la misma. -Debí suponer que eras vos – dijo ella con tristeza y resignación. Sintió una rabia intensa y deseó hacerla desaparecer. -Te vas a ir de aquí pero antes vas a llevar tu merecido – le dijo. La agarró por los cabellos, le pegó en la cara, la arañó... la otra solo se tapaba la cara y el marido miraba sin hacer nada. Luego ella sintió que lo que estaba haciendo no valía la pena y la dejo ir. Entró a la sala contigua, allí se encontraba su madre, quien hablaba por te

Neil Velez - Deleitate (+lista de reproducción)

Gracias, Dios mío, por tu dulce presencia en mi vida. En Tí me gozo y me deleito. Mi corazón prisionero de tu amor se siente libre en la paz que sólo Tú sabes dar.